
Con la llegada de una ola de calor que ha elevado los termómetros por encima de los 35 °C en gran parte de Galicia, la Costa da Morte se convierte en un refugio natural para cientos de visitantes que buscan alivio en sus playas. Municipios como Muxía, Fisterra, Malpica y Camariñas han visto cómo sus arenales se llenan desde primeras horas del día, con bañistas y familias que escapan del calor sofocante del interior.
Las autoridades locales han respondido reforzando la presencia de socorristas y servicios de limpieza en las playas más concurridas. Además, se han puesto en marcha campañas informativas sobre hidratación y exposición solar, así como actividades recreativas y culturales para animar las tardes en los paseos marítimos.
“La brisa del Atlántico hace más llevaderas estas temperaturas extremas, pero seguimos recomendando a vecinos y turistas que se protejan del sol y eviten las horas centrales del día”, señaló un portavoz de Protección Civil de Cee.
Los hosteleros celebran el aumento de visitantes, destacando que el buen tiempo ha impulsado las reservas en hoteles y restaurantes costeros. Mientras tanto, los servicios sanitarios permanecen atentos ante cualquier incidencia relacionada con golpes de calor o deshidratación.
En medio del clima extremo, la Costa da Morte no solo ofrece alivio natural, sino también una oportunidad para disfrutar del verano en uno de los entornos más salvajes y auténticos de Galicia.